Si tienes dudas, no dudes en hacerte la prueba del VIH. Es lo mejor para ti, para tu pareja y para todas las personas con las que tienes o has podido tener un contacto estrecho de riesgo.
Es recomendable hacerse la prueba del VIH al menos una vez en la vida.
Las pruebas de detección de VIH son voluntarias y la confidencialidad de la información, tanto en el sistema sanitario público como en el privado, está garantizada por la Ley de Protección de Datos de carácter personal.
Los profesionales sanitarios que se encargan de la prueba del VIH guardan el resultado de ésta en el historial médico garantizando su total confidencialidad. Los resultados no se pueden compartir con ninguna otra persona a menos que haya un permiso escrito por parte de la persona a la que se realiza la prueba.
Para realizarte la prueba no necesitas nada especial, aunque en algunas comunidades autónomas te pueden pedir la tarjeta sanitaria.
Existe una modalidad de prueba llamada test del VIH anónimo. Aquí, el nombre de la persona que se somete a la prueba no se utiliza para vincularla a esa prueba. En vez de ello, a la prueba se le asigna un número o un código que permite a la persona recibir sus resultados. No se conserva ningún registro que relacione a esa persona con esa prueba.
Existen centros en algunas ciudades, generalmente centros de ITS, en los que se realiza esta prueba sin presentar ningún tipo de documentación.
Existen pocos casos en los que es obligatorio realizarse la prueba del VIH, o en los que analizan tu serología de manera obligatoria. Fundamentalmente, son estos tres:
Localiza aquí el centro más cercano en el que puedes hacerte la prueba del VIH.