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Horizonte 2026/4. Más recursos, más esfuerzo financiero

Materializar la estrategia 2021-2026 de ONUSIDA requiere de un gran esfuerzo financiero.

ENERO 2022

El informe cree que es necesario que las inversiones anuales en materia de VIH dirigidas a los países de ingresos bajos y medios aumente hasta alcanzar 29.000 millones de dólares para 2025. En 2019, se disponía de 18.600 millones de dólares, casi un 35% por debajo de la cifra que ONUSIDA estima necesaria para la respuesta mundial contra el VIH.

Al igual que en otros aspectos, los esfuerzos de movilización de recursos han ido perdiendo impulso: los recursos totales para el VIH aumentaron en un 20% de 2010 a 2015, pero sólo en un 3% de 2015 a 2019, incluyendo una disminución del 2% desde 2017.

RECURSOS

-35%

En 2019 se disponía a nivel mundial de 18.600 millones de dólares de recursos, casi un 35% por debajo de la cifra que ONUSIDA estima necesaria para la respuesta mundial que acabe con el VIH en 2030.

ESFUERZO

US$29.000M

Materializar la estrategia 2021-2026 de ONUSIDA requiere de un gran esfuerzo financiero a nivel global para alcanzar 29.000 millones de dólares anuales en 2025.

INFECCIONES

-3,6 millones

La nueva estrategia de ONUSIDA, de cumplirse, evitará 3,6 millones de nuevas infecciones por VIH y 1,7 millones de muertes relacionadas con el sida para 2030.

El total de recursos necesarios para los países de ingresos bajos y medios asciende a unos 13.700 millones de dólares, según Naciones Unidas. Los recursos de los donantes son necesarios principalmente en los países de ingresos bajos y medios, mientras que en los países de ingresos medios y altos, que representan el 51% por ciento de las inversiones necesarias, los recursos nacionales constituyen la fuente de financiación predominante. La estrategia 2021-26 demanda recursos suficientes para alcanzar sus compromisos, cambiar la dinámica de la epidemia y asegurar el fin del sida en 2030.

Y es que la falta de inversión crónica en la respuesta global contra el VIH no sólo se ha traducido en millones de nuevas infecciones y en muertes adicionales relacionadas con el sida sino que también ha aumentado las necesidades. Según ONUSIDA, se necesitan inversiones significativamente más grandes en las siguientes áreas:

1. Prevención del VIH. La estrategia 2021-2026 fija la necesidad de doblar los recursos actuales en prevención: desde los 5.300 millones de dólares anuales de 2019 a 9.500 millones de dólares en 2025. Los recursos deben reasignarse: de los métodos de prevención no efectivos a programas de prevención basados en prevención primaria del VIH, como los preservativos, o la PrEP. Una parte sustancial de estos recursos adicionales debe centrarse en las poblaciones clave de todas las regiones y, en particular, en las adolescentes y en las mujeres jóvenes de las zonas del África subsahariana.

2. Pruebas y tratamiento contra el VIH. Las inversiones deberían aumentar un 18%, desde los 8.300 millones de dólares de 2019 a 9.800 millones de dólares anuales en 2025. El número de personas en tratamiento aumentaría así un 35% debido a las ganancias por eficiencia derivadas de las reducciones de precio en los productos y los costes de suministro de los servicios. Alcanzar estos objetivos de tratamiento contribuirá a reducciones adicionales en nuevas infecciones por VIH, lo cual a su vez ocasionará reducciones en las necesidades de recursos para pruebas y tratamiento en el periodo que va de 2026 a 2030.

3. Habilitadores sociales. La inversión en habilitadores debe más que duplicarse hasta los 3.100 millones de dólares en 2025, lo que supondrá un 11% de los recursos totales. Estas inversiones deben enfocarse en establecer el entorno legislativo y de políticas requerido para implementar la estrategia. Será necesario cofinanciar a estos habilitadores sociales mediante sectores no sanitarios y de respuesta contra el VIH.

Sin embargo, el necesario impulso político para hacer realidad este esfuerzo financiero no acaba de llegar. Poco después de presentarse la nueva estrategia de ONUSIDA, en junio de 2021, los estados miembros de las Naciones Unidas dieron un espaldarazo al documento y adoptaron una nueva declaración política en la reunión de alto nivel sobre el sida de la Asamblea General, celebrada en Nueva York. La declaración incluye un conjunto de objetivos mundiales que, en caso de alcanzarse, evitarán 3,6 millones de nuevas infecciones por VIH y 1,7 millones de muertes relacionadas con el sida para 2030.

Llamada ‘Declaración política sobre el VIH y el sida: acabar con las desigualdades y estar en condiciones de poner fin al sida para 2030’, el texto supone un avance significativo respecto al de 2016 y está alineado estrechamente con la nueva estrategia mundial sobre el sida 2021-2026 de ONUSIDA. “En esta década de acción, si queremos cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, todos los estados miembros deben comprometerse una vez más a poner fin a la epidemia de sida para 2030”, recuerda en el documento Volkan Bozkir, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

“Todos los estados miembros deben comprometerse una vez más a poner fin a la epidemia de sida para 2030”

Volkan Bozkir

Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

“Si albergamos el deseo de acabar con el sida, hemos de borrar de nuestro mundo las injusticias que se entrecruzan y no hacen sino impulsar nuevas infecciones por VIH e impedir que las personas puedan acceder a los servicios”, añade Amina J. Mohammed, secretaria general adjunta de Naciones Unidas.

“Si albergamos el deseo de acabar con el sida, hemos de borrar de nuestro mundo las injusticias que se entrecruzan y no hacen sino impulsar nuevas infecciones por VIH e impedir que las personas puedan acceder a los servicios”

Amina J. Mohammed

Secretaria general adjunta de Naciones Unidas.

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