VIH son las siglas correspondientes al llamado Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Se trata de un retrovirus que ataca al sistema inmunitario de una persona, y en concreto los linfocitos CD4, encargados de la generación de los anticuerpos que combaten las infecciones causadas en el organismo por agentes externos.
Aunque hay antecedentes anteriores, la historia reciente del VIH y del sida cumple hoy cuatro décadas. Cuarenta años que han dado para mucho. Al principio, desconocimiento y desconcierto, sufrimiento, altísima mortalidad. Después, carrera científica por encontrar soluciones y primeros tratamientos, si bien con eficacia limitada y acusados efectos secundarios. Finalmente, desde 1996, control y supervivencia gracias a los denominados antirretrovirales de larga duración.
Si bien el VIH no tiene aún cura, la situación ha dado un vuelco gigantesco, hasta el punto de que una patología que era mortal hasta hace no mucho se ha cronificado. Correctamente tratados con los nuevos medicamentos, las personas seropositivas tienen en la actualidad una esperanza de vida similar a la de quienes no viven con el virus.
Con todo y este éxito, queda mucho camino por recorrer. 38 millones de personas viven aún en el mundo con VIH. En 2020 se contabilizaron 1,5 millones de nuevas infecciones y casi 700.000 fallecimientos por causas asociadas al virus. La situación no es igual en todos los países. Ni por acceso a los tratamientos ni por aspectos relacionados con el estigma y la discriminación, que son factores que dificultan los avances.
ONUSIDA se ha marcado el objetivo de que en 2030 el 95% de las personas que viven con VIH en el mundo esté diagnosticado, que el 95% de ellas esté en tratamiento y que el 95% de quienes estén en tratamiento alcancen la supresión viral.
Presentamos aquí la historia de estas cuatro décadas y un resumen de los avances registrados. Queremos también responder a tus dudas, si las tienes, y serte útiles.