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Se disparan las enfermedades de transmisión sexual

Entre 2016 y 2019, clamidia, gonorrea, sífilis o tricomoniasis han aumentado en un 158,93% en mujeres y en un 113,83% en hombres, según datos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

SEPTIEMBRE 2022

Lo de hacerse algo viral no es nuevo. En 1990, una campaña de publicidad en España alcanzó unas cuotas de seguimiento y popularidad que hoy llamaríamos así. Se trataba de la campaña “Póntelo, pónselo”, una campaña contra el VIH/sida en la que se fomentaba el uso del condón para evitar enfermedades de transmisión sexual (ETS). El VIH/sida era por entonces mortal, y el miedo y el desconocimiento sobre ella eran muy grandes. Aún no habían fallecido ni Freddie Mercury, ni Rudolf Nureyev, ni Anthony Perkins… Y lo de las redes sociales era ciencia ficción.

Aquella campaña caló. Y funcionó. Luego, en 1996, llegaron los antirretrovirales de alta actividad (TARGA) y el VIH pasó a convertirse en una enfermedad crónica. Han pasado más de treinta años y parece que, por el camino, se nos han olvidado muchas cosas. Entre otras, ponernos el preservativo: a pesar de que la información está disponible y los condones al alcance de cualquiera, se han disparado a niveles históricos las enfermedades de transmisión sexual.

Según datos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Sanidad, entre 2016 y 2019 patologías como la clamidia, la gonorrea, la sífilis y la tricomoniasis han aumentado en un 158,93% en mujeres y un 113,83% en hombres. España se encuentra a la cola de Europa en pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual. Todo ello, sin olvidar que, según la media de los últimos años notificados, cada año, se diagnostican alrededor de 3.500 casos nuevos de VIH.

Pero hay más datos preocupantes. Las ETS se han disparado mucho más entre las mujeres. El reciente informe ETS en mujeres en España, publicado por el Observatorio Bloom, señala que en diez años han aumentado en un 1.073%. Especialmente llamativa es la cifra entre las jóvenes de 15 a 24 años: en ese grupo se registra el 50% de los casos. La clamidia, la gonorrea y el VIH son las patologías más diagnosticadas entre las españolas

Principales ETS

1. La clamidia, causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, puede tener consecuencias graves para la salud sin el tratamiento adecuado. Según un informe del Ministerio de Sanidad, el 70% de los hombres y el 50% de las mujeres que se infectan de ella no presentan síntomas. Pero cuando aparecen, en las mujeres se dan dolores o molestias en la parte baja del abdomen; cambios en el color, olor o cantidad de secreciones vaginales; reglas más cuantiosas o sangrado entre períodos; sensación de ardor al orinar; sangrado después de las relaciones sexuales. Por su parte, en los hombres, se puede presentar una sensación de ardor al orinar, dolor o molestias en los testículos y una secreción en el extremo del pene.  Si la infección se hace persistente por no detectarla puede ocasionar complicaciones como la enfermedad inflamatoria pélvica, con posibles secuelas incluso desde el punto de vista reproductivo.

2. La gonococia o gonorrea, causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae (gonococo). Al igual que sucede con la clamidia, más del 50% de las mujeres y el 10% de los hombres no presentan síntomas. Pero cuando estos están presentes, por ejemplo en hombres, se puede dar una sensación de ardor al orinar, secreción en el extremo del pene y dolor en los testículos. Por su parte, las mujeres experimentan un cambio en el color, olor o cantidad del flujo vaginal; sangrado entre reglas o que estas sean más cuantiosas; sensación de ardor al orinar y dolor o malestar en la parte inferior del abdomen. Además, el principal problema de la infección gonococica es la facilidad que tiene la bacteria para desarrollar resistencia a los antibióticos. Sin tratamiento, la infección también puede extenderse a otras regiones del organismo. Y al igual que la clamidia, también puede desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad y embarazo ectópico.

3. La sífilis, es una ETS causada por la bacteria Treponema pallidum. La transmisión se produce por el contacto directo con una llaga de sífilis durante las relaciones sexuales anales, vaginales u orales. Los signos de estar infectado son los mismos tanto en hombres como en mujeres, pero sí se diferencian cuatro etapas diferentes en la infección. La sífilis primaria,está caracterizada por la aparición de úlceras no dolorosas. Estas úlceras se curan espontáneamente en tres o seis semanas, independientemente de si se trató al paciente. La sífilis secundaria, caracterizada por un sarpullido (que también se cura espontáneamente) en todo el cuerpo, pero fundamentalmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies. En esta fase el paciente es también contagioso. Si no se trata, el agente infeccioso permanece en el cuerpo y el paciente evoluciona a sífilis latente, que puede desembocar en una sífilis avanzada (o sífilis terciaria), cuyos síntomas incluyen parálisis, ceguera y demencia.

4. La tricomoniasis, es una ETS causada por un parásito protozoario llamado Trichomonas vaginalis. El 50% de las mujeres y el 80% de los hombres con infección por tricomonas tampoco presentan síntomas, pero cuando sucede, pueden variar entre irritación leve e inflamación grave. Los hombres pueden sentir picor o irritación dentro del pene, ardor después de orinar o eyacular, o alguna secreción. Por otro lado, las mujeres, pueden notar molestias al orinar, una secreción clara con olor inusual que puede ser transparente, blanca, amarillenta o verdosa. Si no se trata, puede aparecer una enfermedad inflamatoria en diferentes niveles del aparato genital, y, además, puede aumentar el riesgo de contraer o transmitir otras ITS, como el VIH.

¿Qué está pasando y, concretamente, qué está pasando en las mujeres? Para entender este aumento, es necesario poner sobre la mesa un contexto social, los factores que lo han favorecido.

En primer lugar, cabe decir que, desde aquella campaña del “Póntelo, pónselo” no se han lanzado planes de concienciación consistentes, con mensajes que lleguen como aquel. Se observa una clara falta de educación sexual y falta de conciencia para entender que el preservativo va más allá de un método que evita el embarazo. A esto se suman los cambios sociales en la forma de entender la sexualidad. Nuestra forma de relacionarnos también ha ido cambiando. Las nuevas redes sociales disponibles están provocando que la capacidad para relacionarnos e interactuar con otros individuos no tenga precedentes históricos. Y la edad de consumo de pornografía se ha adelantado a edades muy tempranas, según el informe Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales, realizado por la Universitat de les Illes Balears y la red Jóvenes e Inclusión en Madrid.


«Cada vez se tiene la primera relación sexual antes y muchos jóvenes han dejado de utilizar el preservativo como principal herramienta preventiva», explica Mar Vera, presidenta del Grupo de Estudio de ITS (GEITS) de la Sociedad Española Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Sólo el 52% de los jóvenes (entre 18 y 25 años) utiliza preservativo como método anticonceptivo, según la encuesta realizada por la Sociedad Española de Contracepción (SEC) en 2019. Pero, se trata, además, de usarlo bien, «es decir, desde el principio hasta el final de la relación sexual», apunta Raquel Oliva, portavoz de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).


En esta misma encuesta, los jóvenes reconocen que el 59,1% no utiliza método anticonceptivo si practica sexo oral. Por ello, los especialistas insisten en realizar un cribado para poder diagnosticar las infecciones de localización extragenital: en faringe y recto. «Cuando un paciente acude a consulta es importante conocer cuáles son sus prácticas sexuales habituales, ya que puede que la infección no se encuentre en la vagina y sí aparezca con una muestra faríngea o anal», explica Oliva. Se trata, además, de una amenaza silenciosa. «La mayoría cursa asintomática. En algunos casos puede que la mujer experimente un cambio de flujo o el hombre tenga molestias al orinar», puntualiza la ginecóloga. En el caso de las mujeres, éstas sufren las infecciones de forma mucho más asintomática que los hombres.

“Cada vez se tiene la primera relación sexual antes y muchos jóvenes han dejado de utilizar el preservativo como principal herramienta preventiva”

Mar Vera

Presidenta del Grupo de Estudio de ITS (GEITS) de la Sociedad Española Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Otro fenómeno que ha despuntado en los últimos años y que ha favorecido esta situación es el chemsex, que indica el uso de drogas (mefedrona, GHB/GBL, metanfetamina…) antes o durante las prácticas sexuales. Según los expertos, desde 2003 el uso de drogas en el ámbito sexual ha aumentado considerablemente. Pero es desde 2016 cuando esta práctica se dispara debido al fácil acceso a las aplicaciones.

El chemsex no entiende de edades, de nivel de estudios ni de poder adquisitivo. Además, existen bares de intercambios, saunas y pisos para el encuentro. El objetivo es mantener sexo y alargar esta práctica durante el máximo de horas posibles. Para ello, se usan drogas que alteran la percepción del riesgo y facilitan el sexo desprotegido.

El aumento de las ITS no es exclusivo de España. Los datos que arrojan los informes de la Organización Mundial de Salud indican que, en 2020, el número de personas que contrajeron linfogranuloma, sífilis, clamidia o gonorrea en el mundo ascendió a 374 millones. Estamos hablando de que la gonococia o la sífilis han aumentado en Estados Unidos alrededor del 50% respecto a años anteriores y la sífilis congénita un 235% respecto a 2016. En Europa hay más de 400.000 casos al año de clamidia y 100.000 casos de gonococia, lo que supone un incremento del 22%.

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