Antes de comenzar la PrEP, debes hacerte una prueba del VIH para asegurarte de que no lo tienes.
La PrEP es adecuada si has tenido relaciones sexuales anales o vaginales en los últimos seis meses y una pareja sexual seropositiva, si no has usado preservativos correctamente o si has recibido diagnóstico de una ITS en los últimos seis meses. También, si te inyectas drogas y tienes un compañero de inyección que tiene VIH. O si compartes agujas, jeringuillas u otros utensilios para la inyección de drogas. O si has recibido una receta de profilaxis post-exposición (PPE) y, además, tienes un comportamiento continuo de riesgo. O si has tomado ciclos de PPE múltiples veces.
Si eres mujer, tienes una pareja con VIH y estás considerando quedarte embarazada, habla con tu médico acerca de la PrEP. Puede que la PrEP sea una opción para ayudar a protegeros a ti y a tu bebé del VIH mientras estés intentando quedarte embarazada, estés embarazada o durante el periodo de lactancia (en caso de lactancia natural).
Si de manera previsible y periódica tienes un mayor riesgo de exposición al VIH (trabajadores migratorios y sus parejas, personas en prisión o trabajadores/as sexuales que viajan durante periodos de trabajo), podrías considerar tomar la PrEP sólo para cubrir estos plazos. La eficacia de la PrEP en estas situaciones depende de que su administración empiece lo antes posible y de que tomes los comprimidos constantemente durante todo el periodo de mayor riesgo.
En todos los casos, habla con tu médico.
Referencias y Bibliografía