Una vez recuperada cierta normalidad (al menos, en cuanto al covid-19 se refiere), se ha puesto en evidencia lo que ya se sospechaba en materia de VIH: el progreso contra el virus ha decaído y los recursos que se dedicaban a esta lucha se han reducido, mientras que las comunidades que ya estaban en mayor riesgo de contraer el VIH son ahora aún más vulnerables. Así lo revela el nuevo informe de ONUSIDA, ‘En peligro’, presentado en Montreal durante la Conferencia Internacional del Sida (AIDS 2022).
Según los datos del último informe de ONUSIDA, en 2021 se produjeron 1,5 millones de nuevas infecciones por VIH en el mundo, un millón más que el objetivo que se había fijado ONUSIDA, que era de 500.000. Es decir, cada día 4.000 personas, entre ellas 1.100 jóvenes (de 15 a 24 años), contraen el virus. El número de nuevas infecciones disminuyó sólo un 3,6%, el menor descenso anual desde 2016. La pandemia de sida se cobró una vida cada minuto, hasta un total de 650.000 muertes.
El informe ‘En peligro’ advierte de consecuencias devastadoras si no se toman medidas urgentes para abordar las desigualdades que impulsan la pandemia. Muestra que, de seguir la tendencia actual, el número de nuevas infecciones por año superaría la cifra de 1,2 millones en 2025, año para el que la ONU se había fijado 370.000 o menos. Eso significaría no sólo incumplir la promesa sobre nuevas infecciones sino sobrepasarla en más de tres veces.
En 2021 se produjeron 1,5 millones de nuevas infecciones por VIH en el mundo, un millón más que el objetivo que se había fijado ONUSIDA, que era de 500.000.
Cada día 4.000 personas, entre ellas 1.100 jóvenes (de 15 a 24 años), contraen el virus. El número de nuevas infecciones disminuyó en 2021 sólo un 3,6%, el menor descenso anual desde 2016. La pandemia de sida se cobró una vida cada minuto, hasta un total de 650.000 muertes.
“Estos datos muestran que la respuesta mundial al sida está en grave peligro. Si no progresamos rápidamente, estamos perdiendo terreno, ya que la pandemia prospera en medio del covid-19, los desplazamientos masivos y otras crisis. Recordemos los millones de muertes evitables que estamos tratando de detener”, ha alertado Winnie Byanyima.
En cifras globales, las infecciones por VIH han aumentado desde 2015 en 38 países del mundo. Las regiones más afectadas son Europa Oriental, Asia Central, Oriente Medio y Norte de África. Gran parte de Europa del Este y Asia Central no cuentan con los servicios de reducción de daños necesarios para cambiar el rumbo de las epidemias que afectan principalmente a las personas usuarias de drogas por vía intravenosa y sus parejas sexuales.
“Estos datos muestran que la respuesta mundial al sida está en grave peligro. Si no progresamos rápidamente, estamos perdiendo terreno, ya que la pandemia prospera en medio del covid-19, los desplazamientos masivos y otras crisis. Recordemos los millones de muertes evitables que estamos tratando de detener”
Winnie Byanyima
Directora ejecutiva de ONUSIDA
En Asia Pacífico, la región más poblada del mundo, los datos de ONUSIDA muestran ahora que las nuevas infecciones por VIH están aumentando donde en la última década habían disminuido. Filipinas y Malasia se encuentran entre los países con epidemias en aumento entre las poblaciones clave. El aumento de las infecciones en estas regiones es alarmante. Por su parte, América Latina, una de las primeras historias de éxito en la implementación del tratamiento antirretroviral, ha perdido impulso, permitiendo el repunte de epidemias entre los jóvenes homosexuales, otros hombres que tienen sexo con hombres y poblaciones clave.
Sin embargo, también se atisban algunos datos positivos. En algunas partes del mundo, y para algunas comunidades, la respuesta a la pandemia del sida ha mostrado una resiliencia notable en tiempos adversos, lo que ha ayudado a evitar peores resultados. En África Oriental y Meridional, la región con la prevalencia más alta de VIH, los programas de tratamiento y prevención del VIH se han adaptado a los esfuerzos de mitigación del covid-19. Pero incluso allí, el progreso en la reducción de nuevas infecciones se ha desacelerado significativamente en lugar de acelerarse, como se requiere para detener la pandemia. Y se observan descensos notables en África Occidental (destaca Nigeria) y Central y en el Caribe, pero incluso en estas regiones la respuesta al VIH está amenazada por el recorte de los recursos: muchos países y comunidades tienen que abordar el aumento de las infecciones por el VIH junto con otras crisis en curso.
Referencias
