A medida que la población de personas con VIH envejece, un número cada vez mayor de personas con VIH toman múltiples medicamentos para afecciones a largo plazo asociadas con el envejecimiento.
Algunos investigadores piensan que el envejecimiento en las personas con VIH se acelera después de los 50/55 años, varios años antes de lo que es habitual. No todos los médicos especializados en VIH están de acuerdo con este punto de vista, pero lo que es indiscutible es que las personas con VIH tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales crónicas, osteoporosis y cánceres no vinculados al VIH que otras personas de edad similar.
En un escenario de múltiples afecciones, parece bastante claro que existe un potencial de prescripción excesiva. Lo que no está tan claro es cuántas personas mayores con VIH se ven afectadas y qué proporción toman medicamentos que no necesitan o que son potencialmente dañinos.
Para tener una perspectiva más clara de esta situación, un grupo de investigadores del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid llevaron a cabo una revisión de alcance de estudios que habían analizado la carga de medicación y la prescripción inadecuada en personas mayores con VIH.
Conclusión: una alta proporción de personas mayores con VIH están tomando medicamentos que no necesitan y que podrían aumentar el riesgo de caídas y confusión. El trabajo, publicado en el Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes , destaca la importancia de realizar controles periódicos de los medicamentos para garantizar que las recetas sean apropiadas para la condición médica actual de una persona y que algunos tipos de medicamentos utilizados para el tratamiento de la ansiedad y la depresión no estén siendo prescritos más allá de los períodos recomendados.
Para el trabajo se identificaron 39 estudios, en su mayoría estudios europeos.
Los medicamentos que se recetan en exceso con mayor frecuencia identificados en esta revisión fueron los recetados para la ansiedad o ayudas para dormir a corto plazo, que se asocian con deterioro neurocognitivo y caídas graves en personas con VIH.
Referencias y Bibliografía
