Andy Beckett (Tom Hanks) es un abogado joven, comprometido y entusiasta. Está inmerso en un caso complejo. Trabaja a destajo para ganar una demanda en favor de su compañía. Y, en principio, lo consigue. Andy es también homosexual. Y se ha infectado de VIH. Al principio, puede disimularlo, luego ya no. En su despacho deciden quitárselo de en medio. Con la excusa de algún problemilla en el manejo del caso, le acusan de mediocre, incompetente y agresivo.
Andy, fiel a su estilo, está decidido a pelear hasta el final y denunciar que su despido se debe únicamente a razones discriminatorias.
Entra en juego aquí Joe Miller (Denzel Washington), abogado. Andy le cuenta su historia y le pide que le ayude. Miller también busca excusas para decir no: la compañía que ha echado a Andy es demasiado poderosa. Pero la verdad es que Miller es homófobo y tiene miedo. Con el único apoyo de su familia y de su novio Miguel (Antonio Banderas), Andy decide defenderse solo.
1993. Todavía no habían llegado los nuevos tratamientos antirretrovirales. Es el tiempo oscuro de la pandemia de sida, cuando un diagnóstico positivo era sinónimo de muerte. Dirigida por Jonathan Demme y protagonizada por Tom Hanks y Denzel Washington, ‘Filadelfia’ se estrena ese año. Y desde ese momento se convierte en un hito cinematográfico en la lucha contra el VIH. En todo un icono cultural.
En 2023 se cumplen tres décadas exactas de ‘Filadelfia’. Mucho se ha avanzado. Desde luego, sí desde el punto de vista médico; no tanto desde el lado del estigma. En un momento en el que lo importante era la supervivencia, ‘Filadelfia’ se adelanta y pone el dedo en la llaga de la discriminación.
Porque Andy y Joe se encuentran una noche en una biblioteca. El bibliotecario recomienda a Joe que se quede en otra habitación por miedo a que Andy le ‘contagie’. Es entonces cuando Joe se conmueve y decide ayudar a Andy. A partir de ese momento, la película es una lucha entre David y Goliat: juicio infernal, meses interminables, recursos desiguales, corrupción… Andy muere antes de ver el desenlace, pero Joe consigue ganar el caso.
Rock Hudson había muerto en 1985, poco después lo hacían Anthony Perkins, Rudolf Nureyev, Freddie Mercury, Michel Foucault… ‘Filadelfia’ fue el primer filme comercial que dio la cara al sida. Hasta ese momento, ningún estudio se decidía a dar el paso. Algunos escarceos anteriores habían acabado en fracaso. Productores y guionistas no encontraban la manera de mostrar el drama de la enfermedad… ni tampoco la homosexualidad de una manera humana y cotidiana. ‘Filadelfia’ representa un giro decisivo en la manera de abordar la pandemia. Jonathan Demme tuvo el coraje de hacerlo.
Tom Hanks, que ganó el Óscar a la interpretación masculina, reconoce que el papel de Andy le cambió la vida. Para encarnar a Andy, el actor conversó durante horas con médicos y pacientes, adelgazó quince kilos, se afeitó la cabeza… y no le importó que le llamaran gay. Tampoco a Banderas. La música corrió a cargo de Bruce Sprinsgteen, que con el inolvidable tema ‘Streets of Philadelphia’ sentó toda una declaración de principios.
Treinta años después, en un tiempo en el que el odio y la discriminación campan tantas veces a sus anchas, quizá sea un buen momento para volver a ver ‘Filadelfia’.
