El 21 de abril de 2005 está marcado en el calendario de la historia de España: ese día entró en vigor la ley que permitió a dos personas del mismo sexo casarse con los mismos derechos y obligaciones que cualquier otra pareja.
El proyecto de ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo se aprobó en el Consejo de Ministros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el 1 de octubre de 2004, fue enviado a las Cortes Generales el 31 de diciembre de 2004 y aprobado por el Congreso ese 21 de abril con 183 votos a favor, seis abstenciones y 136 votos en contra.
La conocida ley de matrimonio homosexual representó en su momento un profundo cambio jurídico y social. Se reconocía legalmente a miles de parejas que hasta entonces habían vivido fuera del marco del matrimonio tradicional.
España se convirtió hace veinte años en el tercer país del mundo que legalizaba el matrimonio entre personas del mismo sexo, después de Países Bajos (2001) y Bélgica (2003). Muy pronto se sumaron Canadá, Sudáfrica, Noruega y Argentina. Y, después, otros muchos. La decisión tuvo un gran impacto internacional. Muchas personas vinieron a España para casarse. Nuestro país fue visto como un referente en la defensa de la igualdad en las relaciones humanas.
Más de 4.000 bodas entre personas del mismo sexo se celebraron solo en el primer año de vigencia de la ley.
Entre 2005 y 2023, se han registrado más de 60.000 matrimonios homosexuales en España
Antes de 2005, las parejas homosexuales podían convivir y formar proyectos de vida juntos, pero la ley no reconocía su unión como un matrimonio. Esto significaba que no podían compartir derechos básicos como la herencia en caso de fallecimiento, la pensión de viudedad, la posibilidad de adoptar en conjunto o, incluso, acompañar a su pareja en un hospital como «familia». La aprobación del matrimonio igualitario solucionó esa situación de una manera sencilla: eliminó la condición de «hombre y mujer» en la definición legal del matrimonio y la reemplazó por “dos personas”.
“Quien me convenció para hacer la ley del matrimonio homosexual fue Pedro Zerolo”, dijo el entonces presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Zerolo, que falleció en 2015, era concejal del Ayuntamiento de Madrid y había asumido la Secretaría de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE. Desde estas posiciones, trabajó incansablemente para que la igualdad legal de las parejas del mismo sexo se convirtiera en una prioridad legislativa. Su capacidad para dialogar y persuadir fue crucial en la elaboración y defensa de la ley. Él mismo se casó con su pareja el 1 de octubre de 2005.
Los días siguientes a la entrada en vigor de la ley fueron una celebración. Muchas parejas que llevaban décadas juntas por fin pudieron decir «sí, quiero» ante la ley, las instituciones y la sociedad. Las primeras bodas entre personas del mismo sexo se celebraron con emoción, lágrimas y, en muchos casos, después de décadas de espera. Hubo celebraciones públicas, enlaces colectivos y una gran visibilidad mediática. Lo que antes sólo era «tolerado» se convertía, por fin, en reconocido y protegido. Uno de los primeros enlaces fue el de Carlos y Emilio, una pareja que llevaba más de 30 años conviviendo. Su boda fue el símbolo de una nueva etapa para miles de personas.
Este año, MADO (Madrid Orgullo), la gran fiesta del Orgullo en Madrid, tiene como lema ¡20 años de amor! Quiere ser un homenaje a todas las personas que lucharon para que el amor no tuviera barreras legales y a quienes siguen defendiendo cada día que la igualdad no se negocia.